El mismísimo Diablo se acercó a ella y le susurró al oído: "No te dejes manipular, ven conmigo"
Y ella, harta de estar herida, cogió su mano y se adentró en las bocas del averno, sonriente e ingenua.
Entrada destacada
Here's Your Letter
Fui repartiendo mi corazón en cada canción para hacerlo más liviano. Éramos polos opuestos de una misma energía, líneas eternamente paralel...
lunes, 23 de marzo de 2015
domingo, 22 de marzo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
Void
El vacío en el pecho es mi nueva rutina para quererte.
No darte besos, el recuerdo de no verte.
Soñarte despierto, no dejar de tenerte en mente.
Gris. Segundo a segundo.
Otro día.
Ya no estás.
No darte besos, el recuerdo de no verte.
Soñarte despierto, no dejar de tenerte en mente.
Gris. Segundo a segundo.
Otro día.
Ya no estás.
miércoles, 18 de marzo de 2015
Forget to Remember
Momentos de los que jamás volveremos a hablar pero que nunca olvidaremos.
Un hálito silencioso en tus recuerdos seré. Y tú, vendaval en mis calmas y barahúndas, taciturnas horas de insomnio.
Todo es sueño inalcanzable, antes alcorce de mis días.
Y dirás "Ya te he olvidado" justo antes de olvidarme.
Un hálito silencioso en tus recuerdos seré. Y tú, vendaval en mis calmas y barahúndas, taciturnas horas de insomnio.
Todo es sueño inalcanzable, antes alcorce de mis días.
Y dirás "Ya te he olvidado" justo antes de olvidarme.
miércoles, 11 de marzo de 2015
Underneath your hands
Hoy sonrisas que mañana serán las lágrimas en este compás.
Y te echo de menos.
En cada trago de este vaso vacío, en su amargura, en la curvatura del cristal, en tus labios aún marcados en el filo.
En mí. En la templanza de tus manos, que no volverán a arroparme.
En ti. En el reflejo de tus ojos, ese mundo en el que todo parece perfecto.
A mi lado. Suspirando las cortas distancias entre nuestros labios hasta que vuelvan a reencontrarse ávidos amantes.
A tu lado. Siempre.
Y te echo de menos.
En cada trago de este vaso vacío, en su amargura, en la curvatura del cristal, en tus labios aún marcados en el filo.
En mí. En la templanza de tus manos, que no volverán a arroparme.
En ti. En el reflejo de tus ojos, ese mundo en el que todo parece perfecto.
A mi lado. Suspirando las cortas distancias entre nuestros labios hasta que vuelvan a reencontrarse ávidos amantes.
A tu lado. Siempre.
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